INTRODUCCION
El desarrollo de las Telecomunicaciones comenzó en 1844, cuando Samuel Morse
puso en marcha el primer sistema telegráfico confiable. Este sistema fue también el primer
paso en la transmisión de datos, pues, como bien lo sabemos, los símbolos utilizados por
Morse son de naturaleza digital (puntos y rayas). Tres décadas después, con Alejandro
Graham Bell, comenzó la era de la transmisión analógica de señales de voz por medios
telefónicos. El sistema telefónico casi suplantó al sistema telegráfico y el subsiguiente
desarrollo de la tecnología, sobretodo en el dominio de la electrónica, benefició casi
exclusivamente a los sistemas analógicos de transmisión de información.
La velocidad de modulación en un canal dado generalmente es fija, mientras que la
velocidad de la información puede ser variable. En un sistema estrictamente binario sucede
que cada impulso contiene un bit de información, de modo que en este caso la velocidad de
la información, en bps, y la velocidad de modulación, en baudios, es la misma. Pero, en
general, estos términos no son intercambiables, como es el caso de sistemas que operan a
velocidades superiores a 1200 bps sobre un canal telefónico.
Shannon [Shannon, 1948] demostró que la capacidad de transmisión de un canal, en bps,
venía dada mediante la expresión
C B S
N
= log2 (1+ ) bps
donde S es la potencia promedio de la señal, N la potencia promedio del ruido y B el ancho
de banda del canal. Esta expresión, conocida como “Ecuación de Hartley-Shannon”,
permite determinar el flujo máximo de la información sobre un canal en términos de tres
parámetros (S, N y B) conocidos o fácilmente cuantificables.
EL CANAL DE VOZ
En su mayoría, los equipos de transmisión que se emplean en los modernos
servicios de telecomunicaciones, aparte del telefónico, se proyectan para funcionar en la
banda de frecuencias de uno o varios canales de voz o una fracción de canal.
El concepto de canal de voz puede ser diferente según la utilización que se le dé o
según los requisitos que se le impongan. Sin embargo, pese a la gran variedad de usos y a la
diversa calidad de los sistemas de transmisión necesarios, los canales de voz tienen un
común denominador: todos se determinan primordialmente de acuerdo con las
características de la voz y oído humanos.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario